Las alteraciones del aparato locomotor son de las condiciones de mayor consulta en los diferentes niveles del Sistema de salud, y dentro de estas, el dolor de hombro ocupa un lugar importante, provocando además discapacidad funcional considerable para realizar las actividades de la vida diaria. Conociendo la problemática que existe en estos días de confinamiento y con intención de no saturar este sistema de salud que tan duro está trabajando ya, les propongo cierto conocimiento de la articulación del hombro, su idiosincrasia y su problemática a fin de poder ayudarles con algunos consejos prácticos.
La prevalencia de hombro doloroso aumenta con la edad y sus causas pueden ser múltiples, aunque se plantea que la mayoría de los casos de hombro doloroso se deben a lesiones degenerativas de alguna estructura cercana a la articulación. Por otro lado, se asocian la práctica deportiva y el proceso de envejecimiento de la población como factores de riesgo, lo cual hace que cada vez sean más frecuentes las condiciones degenerativas del hombro, que son provocadas en un alto porcentaje por el roce de estructuras del manguito rotador con el acromion o ligamento coracoacromial.
Anatomía y Biomecánica del Hombro
El hombro se considera la articulación más móvil del cuerpo humano, pero también la más inestable. Posee tres grados de libertad, permitiendo tres pares de movimiento en relación a los tres planos del espacio. Hablamos de Flexión/Extensión (F/E), Abducción/Aducción (ABD/ADD) y Rotación Externa/Rotación Interna (RE/RI).
Al hablar de estabilidad es adecuado tener en cuenta que la articulación del hombro es incongruente (no encaja correctamente), ya que sus superficies articulares son asimétricas, existiendo un contacto limitado entre ellas.
La gran superficie convexa de la cabeza humeral tiene un contacto reducido con la pequeña y poco profunda cavidad glenoidea de la escápula, presentando poca estabilidad intrínseca.
La cápsula articular y sus refuerzos, en particular el complejo ligamentoso glenohumeral inferior, junto con el rodete glenoideo, son los mecanismos estabilizadores primarios o estáticos. Los estabilizadores secundarios o dinámicos son los músculos del manguito rotador: supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular. La contracción de sus fibras musculares crea fuerzas compresivas que estabilizan la cabeza glenohumeral en la cavidad glenoidea.
La rotación escapular, al producirse la elevación del brazo gracias al par de fuerzas generadas por la acción combinada del serrato anterior y el trapecio, permite orientar la glenoides hacia la cabeza humeral, ampliando el área de contacto entre ambas superficies articulares, y de esta forma mejorando la estabilidad articular. El deslizamiento de la escapula por toda la pared torácica absorbe los impactos directos e indirectos sobre el hombro.
Movimientos del hombro
Se conoce que los dos movimientos principales de la cintura escapular son la elevación (el de mayor utilidad para las actividades de la vida diaria) y los movimientos rotatorios.
El ritmo escapulo-humeral consiste en el movimiento coordinado y simultaneo de la escápula con relación al húmero, permitiendo la elevación hasta los 180°.
La movilidad glenohumeral se produce por la acción sinérgica de dos grupos musculares, el deltoides y el manguito de los rotadores. El deltoides genera la palanca del movimiento, elevando la cabeza del humero hacia arriba, y el manguito rotador deprime y estabiliza la cabeza humeral. Un manguito rotador potente permite, a través de su acción estabilizadora y depresora de la cabeza humeral, mejorar el funcionamiento biomecánico de la articulación glenohumeral, dando una mayor congruencia mecánica a la misma y disminuyendo el posible pinzamiento subacromial resultante.
El espacio subacromial posibilita el deslizamiento del manguito rotador bajo el arco acromial, y la rotación escapular disminuye el pinzamiento subacromial, de lo que se deduce que un bloqueo o debilidad de los músculos escapulares puede contribuir al desarrollo de un síndrome subacromial o pinzamiento. La rotación externa se produce gracias a la acción de los músculos infraespinoso, redondo menor y redondo mayor. La rotación interna (más potente) se efectúa a través de los músculos subescapular, pectoral mayor y dorsal ancho.
La combinación simultanea de los movimientos elementales realizados alrededor de cada uno de los tres ejes, da lugar al llamado movimiento de circunducción del hombro. Cuando se realiza la circunducción, la articulación glenohumeral pasa de manera progresiva por cada uno de los movimientos a una máxima amplitud de: flexión, extensión, aducción, abducción, rotación interna y externa.
Causas del hombro doloroso
La principal causa de dolor de hombro es la degeneración del manguito rotador (sobre todo por roce con el espacio subacromial), que puede ser responsable de hasta un 65% de los casos de hombro doloroso del adulto. El dolor de hombro por tendinopatía del manguito rotador tiene una prevalencia del 20%. Se describen como factores de riesgo para el desarrollo de la lesión de estas estructuras, aspectos como la sobrecarga de trabajo, desempeñar actividades con elevación de los brazos frecuentemente, ejecutar trabajos que impliquen la aplicación de fuerza de los miembros superiores o el manejo de elementos vibratorios.
Tratamiento Fisioterapéutico doméstico
El abordaje fisioterapéutico domiciliario para el periodo agudo incluye varias estrategias, que se pueden combinar dentro del plan de tratamiento:
• Reposo articular temporal: Sólo indicado en caso de hombro doloroso agudo, donde los ejercicios terapéuticos están contraindicados a corto plazo, dado que hay un dolor intenso que impide cualquier movimiento.
• Crioterapia: Consiste en la aplicación de frío de 7 a 10 minutos en los músculos del hombro doloroso. El frío es un medio muy utilizado para el tratamiento del dolor en afecciones musculo-esqueléticas, tanto en lesiones traumáticas recientes como en inflamación y contractura muscular.
• Termoterapia: Consiste en la aplicación de calor en la región dolorosa durante 20 minutos, siempre y cuando no presente inflamación o edema, es decir, una vez pasado el periodo crítico de dolor (al menos las primeras 72 horas).
• Auto-masaje: Movimientos manuales rítmicos sobre la superficie y los tejidos blandos con finalidad terapéutica, mediante compresiones rítmicas y estiramientos para generar analgesia en la región.
• Modalidades alternativas: Aplicación de T.E.N.S. si se tiene en casa.
• Cinesiterapia: Comprende las distintas técnicas encaminadas a mejorar la movilidad articular por estiramiento capsulo-ligamentoso y muscular. Se ampliará en una siguiente publicación de recomendaciones para tratar de primera instancia un dolor de hombro.